El Marketing personal en la era digital: principios y desafíos

Escrito por Oscar Del Santo 

Como esperamos tratar con más profundidad en nuestro próximo libro De Twitter al Cielo: cómo conseguir tus objetivos en Twitter, el conocido y exitosísimo microblog ofrece no sólo extraordinarias posibilidades para relacionarnos y comunicarnos con los demás por vía digital, sino una nueva era de marketing personal que abre las puertas a todo tipo de objetivos personales y profesionales, muy especialmente al freelance. Pero antes de comenzar a actuar estratégicamente y modificar y adecuar nuestra presencia en Twitter y el resto de canales de Social Media, es fundamental comprender qué es el marketing personal, cuáles son sus principios fundamentales y las nuevas reglas de juego de la autopromoción (¡perdámosle el miedo a esa palabra!) en el contexto de la llamada Web 2.0.

Los cuatro principios del éxito

Tal y como afirma Andrés Pérez Ortega en su recientemente publicado Te van a oír: construye tu plataforma personal para darte a conocer, lo que antes era un privilegio de famosos y VIPs está ahora al alcance de todos nosotros gracias a la cornucopia de posibilidades que han traído consigo Internet y las redes sociales. Y muy bien haremos si explotamos esa plataforma con tesón e inteligencia. Un marketing personal bien concebido y planteado nos va a permitir trazar el sendero de nuestro desarrollo profesional y alcanzar las metas que nos hayamos marcado, gracias a sus cuatro principios fundamentales. Estos principios, que mencionamos brevemente en el post sobre el libro Profesionales Digitales, y que constituyen la hoja de ruta de esta apasionante aventura digital, se traducirán más pronto que tarde en los resultados que buscamos.

Atención: el orden no significa que el principio 1 preceda cronológicamente al 4. De hecho, los cuatro principios suelen concurrir a un tiempo y se refuerzan mutuamente en un círculo virtuoso, que no vicioso. Desde que inicies tu andadura online, y a no ser que no tengas ningún objetivo profesional, los cuatro principios deben estar en tu mente y en tu día a día. Todas y cada una de las personas que han cosechado grandes éxitos online los han llevado a la práctica. ¡Conviértete en un experto en estos cuatro principios y las oportunidades llamarán a tu puerta! ¡Ponlos a prueba y verás!

1. Ganar contactos estratégicos (lo que también se conoce como networking)
2. Transmitir una imagen atractiva y atrayente que refleje nuestros valores y estilo
3. Establecer nuestra credibilidad
4. Generar entusiasmo en torno a nosotros y nuestros proyectos

En esta nueva era —y como demuestran todas las estadísticas en los países de habla hispana en el caso específico de Twitter—, el entorno online va a ir progresivamente ganando importancia; aunque sobre decir que debe trabajar en perfecta sintonía y sincronía con el offline, que sigue resultando fundamental. Por ello, es altamente recomendable establecer cuanto antes una estrategia online de marketing personal, aunque sea incipiente —y no importa tu edad o tus circunstancias específicas. Si además eres autónomo ofreelance, esa estrategia no será sólo recomendable, sino imprescindible.

Aquellos profesionales con más ambición que tengáis una aportación importante que realizar en vuestro nicho específico, tenéis la oportunidad de saltaros muchas de las barreras tradicionales que delimitaban el territorio de los que forman parte del establishment de cada profesión, y estableceros (nunca mejor dicho) como referentes, con una política de generación de contenidos en espacios online propios y ajenos (que un día incluso pueden llegar a los medios de comunicación). Y todo ello apuntalado por una marca personal coherente y consistente, que evite mensajes contradictorios o estridentes. En otras palabras: quizá por primera vez muchos tenéis la oportunidad de demostrar vuestra excelencia y pasión por lo que hacéis aunque no tengáis el privilegio de trabajar o de haber causado un gran impacto (todavía) en aquello que os hace felices.

Tomar las riendas de la gestión de nuestra propia imagen, comunicación y relaciones públicas supone sin duda un importantísimo “cambio de chip” respecto a la inactividad de un pasado en el que, cuando solicitábamos un puesto de trabajo, la empresa poco podía saber de nosotros más allá de lo que contara nuestro CV y las referencias que pudiera obtener. Los riesgos potenciales que una mayor visibilidad y exposición traen consigo serán más que compensados por los nuevos horizontes que se abren para todos aquellos que empiecen a actuar estratégicamente y a posicionar su marca personal, guiados por unos objetivos factibles y por la honestidad y el deseo de aportar con su persona y su trabajo. El mensaje está claro: el marketing ya no es privilegio de las empresas, entidades u organizaciones, y nos corresponde a todos y cada uno de nosotros convertirnos en agentes activos de nuestro propio éxito. Esa es la invitación y ese es el desafío.

“El mensaje está claro: el marketing ya no es privilegio de las empresas. Nos corresponde a todos convertirnos en agentes activos de nuestro propio éxito. Esa es la invitación y ese es el desafío”

En su sentido más amplio y menos dogmático, el marketing personal engloba todo el conjunto de técnicas, tácticas y estrategias que podemos utilizar a todos los niveles para promocionarnos y conseguir nuestros objetivos personales y profesionales. Si en ocasiones nos referimos a él como Marketing Personal 2.0 es porque muchas de las acciones a emprender ocurrirán dentro del contexto de la Web 2.0, con un uso más o menos intensivo de Internet y los Social Media, como Twitter y otros canales. El Marketing Personal 2.0 representa el nuevo salto evolutivo de la llamada gestión o asesoría de imagen de la era predigital, y abre infinitas posibilidades independientemente del presupuesto del que dispongamos.

De hecho, este renovado concepto surge de la intersección de varios elementos dentro de un nuevo contexto tecnológico y digital: la comunicación online y offline, las relaciones públicas, la mercadotecnia, la psicología y la ya aludida asesoría de imagen son algunos de los más destacados. Incluye potencialmente cualquier enfoque que ayude de forma fehaciente a la consecución de las metas que nos hayamos marcado, ya se trate de conseguir un puesto de trabajo o un ascenso, como de lograr más clientes para nuestros proyectos, postularnos como expertos o referentes, gestionar nuestra imagen pública, evitar o minimizar el riesgo de crisis de reputación y un largo etcétera. Es por ello que el Marketing Personal 2.0 incluye el concepto íntimamente relacionado del personal branding o marca personal, que ya hemos tratado en este mismo blog.

El marketing personal requiere una importante actualización en todos aquellos que ya estáis presentes en Internet e interactuando en las redes sociales, pero que no contáis con una presencia estratégica orientada a objetivos. En muchas ocasiones nos encontramos con que —aunque seáis especialmente activos y estéis perfectamente habituados a las TIC (tecnologías de la comunicación y la información)—,  la huella digital de muchos freelance y emprendedores no sólo no os ayuda, sino que constituye un importante lastre y afecta negativa y perniciosamente a vuestra imagen y marca personales. Como botón de muestra: ¿cuál es tu mensaje de perfil en Twitter? ¿Crees de verdad que va a ayudarte incluir en ese mínimo espacio una carencia del tipo “busco trabajo”, en vez de un mensaje más positivo?

“En muchas ocasiones nos encontramos con que la huella digital de muchos freelance y emprendedores no sólo no os ayuda, sino que constituye un importante lastre y afecta negativa y perniciosamente a vuestra imagen y marca personales”

También conviene señalar que se da en casi todos nosotros un solapamiento de nuestra actividad personal y profesional en los Social Media: bien haremos en gestionarla cuidadosamente, siguiendo una política y unos criterios que realmente funcionen. En ocasiones, no cabe duda de que esto traerá consigo un uso más cuidadoso y menos espontáneo de las redes sociales  (evitando enzarzarse, por ejemplo, en discusiones estériles sobre política, religión u otros asuntos más conflictivos). La inversión de tiempo y esfuerzo necesarios, junto con el cuidado y cariño que apliquemos a nuestro marketing personal, se verán más que recompensados por logros que a menudo sólo podrán conseguirse por esta vía. Y debemos disfrutar gestionándolo con inteligencia y recogiendo los frutos que más pronto que tarde llegarán si no cejamos en nuestro empeño hasta alcanzar una imagen y marca online que respondan a lo mejor de nosotros mismos y de las que nos podamos sentir orgullosos.

De igual manera que destacamos las indudables ventajas del marketing personal, es honesto que desde el principio apuntemos lo que el marketing personal nunca logrará: tapar nuestras carencias. De hecho, lo contrario es más bien cierto: si ofrecemos un servicio mediocre o no disponemos de las capacidades, las habilidades o el talento para desempeñar nuestra profesión de forma óptima, nos vamos a exponer a comentarios y valoraciones negativas en un medio como Internet, donde criticar (a veces tristemente sin razón) es fácil y sale más bien barato. Muy especialmente para aquellos que no están respaldados por una organización o empresa, el marketing personal exige un compromiso constante y continuo con la excelencia, y actúa como acicate para mejorar nuestras destrezas profesionales y comunicativas hasta que tengamos la certeza de que damos lo mejor de nosotros mismos.

Recuerda: establecer tu credibilidad, generar entusiasmo, transmitir una imagen acertada y ganar contactos estratégicos son las vías para alcanzar el éxito. Te animo a seguirlas inmediatamente a pesar del difícil contexto en el que nos encontramos. Como demuestran tantos y tantos casos que conozco de primera mano, tu esfuerzo merecerá la pena.